Neuquén: preocupación en el campo por la parálisis en producción

Falta de definiciones en la cartera de Producción. No hay certezas de cuáles serán los programas que seguirán si hay un recorte presupuestario.

“Estamos esperando algunas definiciones de Nación como para saber con que recursos vamos a contar este año”, destacó un encumbrado funcionario del ministerio de Economía de Neuquén al ser consultado por la falta de definiciones en la cartera agropecuaria. Mientras se alarga la espera, la secretaría de Producción, autoridad de aplicación de más de 24 leyes que establecen políticas relacionadas con el desarrollo del sector, mantiene un estado de hibernación que preocupa a los productores de la Provincia.

Lamentablemente, este escenario no se observa solo en el área de Producción. Tan siquiera hay un presupuesto definido con el organigrama planteado por la nueva gestión.

Es probable que la cartera de Producción sufrirá un importante recorte sobre sus ejecuciones. Lo que se está evaluando es cuánto y en qué áreas el ajuste se podría aplicar. “Estamos analizando los resultados de los programas aplicados y quiénes son sus destinatarios”, finalizó su charla el funcionario del ministerio en diálogo con +P.

Lo llamativo de todo este contexto, es que el Gobierno de la gestión de Rolando Figueroa ganó las elecciones hace 10 meses. Tuvo tiempo de sobra para involucrarse en la realidad del agro de la Provincia como para definir las partidas que necesita la cartera, cifra que representa menos del 3% del total del gasto que tiene el Estado en su conjunto. Pero demos la derecha a algunos funcionarios del Gobierno, argumentando que hace tan sólo dos meses que están en sus funciones. También es tiempo suficiente para entender la realidad que atraviesa el agro neuquino y el rol del Estado que ocupa en esta realidad.

“Hay Programas que están funcionando. Hace unas semanas pagamos el incentivo frutícola”, se defendió un asesor del actual secretario del área, Juan Peláez. El incentivo frutícola es un programa que pondera las buenas prácticas de los productores y otorga un subsidio sobre la compra de los agroquímicos que se usan en el sector. Pero aquí emerge otro problema: las aplicaciones de agroquímicos comienzan -en general- en la actividad frutícola a partir de agosto y estos recursos del programa los recibe el productor en febrero del año siguiente. En definitiva, los tiempos productivos, totalmente desconectados de los políticos.

Según se supo, la parálisis que se observa hoy sobre determinados programas se debe la falta de disponibilidad de caja para pagar viáticos a los empleados y técnicos que deben viajar al interior. Tampoco hay fondos en ciertas áreas para el combustible que permite a los técnicos trasladarse por la Provincia, y muchos funcionarios de planta política continúan en sus puestos, pero no están siendo remunerados con lo que responde a estas categorías. Estás tres variables, entre otras tantas, son las que tienen paralizada a la Secretaría.