Se triplicaron locales vacíos en la Provincia de Buenos Aires

Las medidas de aislamiento adoptadas con motivo de la pandemia golpearon la actividad comercial en el corto plazo por la reducción en la circulación. Pero economistas de todo el mundo verifican que también lo hicieron en el mediano plazo, en tanto se redujo la propensión al consumo. 

Un informe de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires refleja el impacto de la crisis: desde marzo hasta octubre, se triplicó la cantidad de locales vacíos en el conurbano bonaerense. Este fenómeno se verifica también en otros puntos del país. Calzado, marroquinería, indumentaria, joyería, relojería y bijouterie, algunos de los rubros más perjudicados.

La caída del empleo, el descenso del poder adquisitivo del salario y los altos niveles de incertidumbre forman un combo de alto impacto en la caída del consumo. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) estimó que las ventas cayeron un 14,9% con respecto al mismo mes del año anterior.

“En la Provincia tenemos un 30% de los locales comerciales de las principales calles y avenidas desocupados”, dijo a Ámbito el presidente de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA), Guillermo Siro. Desde esa entidad generaron un relevamiento que indicó que se triplicaron la cantidad de locales vacíos en el distrito y que la situación se agrava en las ciudades de más de 400 mil habitantes.

Una situación similar se verifica en la Ciudad. La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) realizó un informe que alerta sobre un aumento del 267% en la cantidad de locales vacíos. En la peatonal Florida, esa cifra asciende al 1.080% y en la avenida Pueyrredón al 567%. “La pandemia generó un cierre definitivo de un 40% de los comercios, la mayoría son locales alquilados donde los dueños no pudieron hacer frente a los gastos fijos”, indicó Claudio Vodánovich, secretario general de la Cámara Inmobiliaria Argentina a este medio.

Los locales de calzados y marroquinería son desde hace varios meses los más afectados por la crisis. Según CAME, sus ventas cayeron un 35,9% interanual y prácticamente no hay negocios que informen variaciones positivas. Lo siguieron las joyerías con un desplome del 32,1% y las jugueterías con una merma del 24,9%. La caída alcanzó también a las actividades esenciales, incluyendo a las farmacias, que tuvieron una disminución anual de 3,6%. Incluso los locales que despachan alimentos y bebidas tuvieron bajas del 4,3% por las menores ventas en casas de comida, panaderías y kioscos.

A pesar de las perspectivas de mejora en la economía que anticiparon distintos organismos internacionales, las expectativas de los comerciantes siguen bajas. Según la encuesta que realizó la CAC, sólo el 16% consideró que el desempeño de su empresa mejorará en los próximos seis meses, mientras que un 46% respondió su situación empeorará.

En el Gobierno entienden que el impacto de la crisis será muy fuerte en el comercio y trabajan en un plan para estimular la demanda. Por lo pronto, se dio media sanción en la Cámara de Diputados a un proyecto de ley que prevé la acreditación inmediata de pagos con tarjetas de débito para los negocios, un reclamo que el sector sostenía desde hace mucho tiempo.